!¿ATADOS?!



Hay gente que tiene miedo al compromiso. Sentirse atado a alguien para el  resto de  su vida. Quizás pensar que puedes estar cometiendo un error y más tarde, una vez tomado la decisión, te arrepientas y te veas condenado a pasar lo que te queda de vida junto a ese alguien. Quizás sea miedo a encontrar algo de esa otra persona que no te guste. Quizás sea a que encuentre algo de ti que no le guste o que tu no quieres que encuentre. 

Quizás sea miedo a darte cuenta que esa persona es increíble, única; y no seas capaz ni de hacerle sombra. Miedo a averiguar que tú no eres todo lo bueno que pensabas. Miedo a toparte con la situación en que, sin quererlo, y por tu condición humana, haces daño a la persona que más quieres. O, simplemente, miedo a no saber recompensar todo lo que recibes.

Para mí fue diferente. Por dentro me invadió una sensación de seguridad como nunca antes la había sentido. Es difícil de explicarlo. Es difícil explicar algo tan grande. Es mirar a los ojos a la otra persona y echarle de menos. Desear que no se vaya nunca. Es abrazarle y sentirte a salvo; como si estuvieras sobre suelo firme cuando a tu alrededor no hay más que un profundo vacío. Es decirle que quieres pasar el resto de tu vida juntos y sentir como tu boca se ha convertido en el conversor más exacto de lo que desea expresar tu corazón. Es despertarte un día y saber que ya nunca volverás a estar sólo.

En mi vida   he  tenido la  dicha  de encontrar a  personas   concretas a quienes  les he entregado  todo  y  he  intentado corresponder  a lo que me  brindan,  no me arrepiento de  nada  puesto que  cada  experiencia  me ha  hecho madurar  y  valorar   a cada quien,   sin embargo no somos perfectos  y siempre  hay  algo que  arruina  lo que  nosotros  pretendemos  reconstruir,  la vida sigue  y la  búsqueda   no terminará   hasta  mi último aliento.

Ojalá vuelva a experimentar esta sensación de nuevo. Y sé que será muy distinto, pero a la vez sé que será una sensación igual de única. Aún no he encontrado a la persona, pero espero que, cuando el momento llegue, me vuelva a inundar esa sensación de seguridad, donde no existen los miedos sino etapas por las que pasar y obstáculos que superar. Pero juntos, siempre juntos.

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