LA MEDICINA ESPIRITUAL
La conciencia puede elegir una determinada geometría del espacio-tiempo.
Moviéndose de a saltos cuánticos, de fenómeno en fenómeno. Cada
punto de la experiencia, cada momento, tiene su propiageometría y
una conformación material particular. Cada punto es independiente del otro,
pero están conectados.
La conciencia modela el mundo físico. Los
pensamientos generan una corriente electro-química de información que impacta
en cada célula del cuerpo.
Con la suficiente energía e información la
célula puede regenerar incluso su ADN.
Es posible transformar cualquier condición. El poder
curativo del cuerpo es enorme. La conciencia condensa a la materia y mueve a la
energía, da forma y función.
La conciencia es el sustrato mismo del
universo.
De manera que podemos utilizar esta capacidad de la concienciapara
afectar la materia en sus niveles fundamentales. De ahí el
nombre de sanación cuántica. Es una curación espiritual, pero
no solo mental, también participan el cuerpo y la respiración (energía).
La conciencia es energía e información.
La realidad que vivimos depende de la información que
procesa el cerebro.
Esta capacidad está ligada a la creencia de la persona. Si
no lo crees profundamente, es decir, con todo tu ser, entonces no es eficaz.
Pero si crees en algo, esto, tarde o temprano se realiza.
Cada célula del cuerpo participa de nuestro diálogo interno.
La fe es una cualidad superior de la
conciencia. No se trata de creer en algo "externo", como estamos
habituados desde siempre. Aquí el movimiento es hacia adentro, al interior de
uno mismo, a la propia naturaleza, que es la naturaleza misma del universo.
Este tipo de fe o creencia no es ciega.
Emerge del inconciente y gestiona información que no accede al conciente. Por
eso la fe no es algo que se pueda probar concientemente. Pero su impacto en el
mundo cuántico, en los niveles más fundamentales de la materia es profundo.
Creer que se puede, es lo primero. La fe inicia
el movimiento. Para la medicina china este es un tipo de conciencia superior,
llamada Hun.
La
conciencia Hun, se relaciona con el cielo, genera los proyectos y
gobierna el inconsciente. Está vinculada al hígado-vesícula
biliar. Representa la percepción de los hechos, los proyectos, la intuición
y la imaginación. Desencadena
los impulsos necesarios para emprender una acción. Se halla en relación con el
atavismo, el instinto hereditario, la fuerza de la palabra, las pulsiones y las
pasiones. Controla la imaginación y desempeña un papel esencial en todo acto de
creación.
Cuando
se altera Hun, se afecta fácilmente la personalidad y el
entorno, además produce sueño agitado, pesadillas, proyectos excesivos e
incoherentes y problemas de adaptación.
Como su naturaleza es movediza y penetrante, su alteración
(estancamiento, bloqueos, frustración) provoca ira y descontento. Pero en su
aspecto virtuoso representa la fe y las aspiraciones superiores. Cuando Hun puede
expresarse y fluir genera un medio ambiente armonioso y creativo, donde la
flexibilidad y el equilibrio es la norma.Es el elemento madera, que crece libre
hacia el cielo y penetra la tierra con sus raíces.
Es una fuerza expansiva que llega a todas partes y
aporta información fundamental al sistema, que luego lo transforma en
movimiento, acción y estimulación. La madera nutre al fuego
del corazón y este activara todos los mecanismos para la curación: memoria
celular, respiración, purificación, regeneración, etc.
Para la Medicina china, cuerpo y mente son de una
misma naturaleza: la curación del cuerpo incluye la de la mente y viceversa.
La diferencia cuerpo-conciencia establecida por la filosofía
occidental resulta incomprensible para el pensamiento chino. La importancia que
se le concede a la mente y a las emociones es tal que el Neijingseñala: “Si
no se logra la mejoría espiritual y no se cura el mal mental, es imposible
curar la enfermedad".
La única manera de curar en profundidad es encontrar la
unión del cuerpo y la mente.
Cuanto más reconozcamos nuestra naturaleza espiritual nos
volveremos más hábiles en nuestra relación con la materia y el mundo físico.
Todo depende de como nos consideremos a nosotros mismos y que tanta
autoconfianza tengamos.
La buena medicina cultiva y protege estas cualidades
sutiles, considerando al cuerpo-mente como una misma cosa. La buena medicina
debe educar y ayudar a liberar a las personas de sus malos hábitos y del
sufrimiento.
La buena medicina es la medicina del espíritu.
Comentarios
Publicar un comentario