SOMOS LIBRES Y HAY QUE ENCONTRAR CAMINOS CORRECTOS
La rutina de la vida cotidiana hace que perdamos la atención, la misma monotonía hace que vayamos por las calles, bajo el cielo y no haya cielo, sólo la calle contra el suelo, escondiendo incluso la cabeza que va ensimismada entre los hombros, los oídos con audífonos y las manos en los bolsillos, a veces solo cuando el aire trae algún aroma antiguo o nuevo; la conciencia se estremece, como si fuera una leve vibración momentánea sobre la superficie plana de la vida que llevamos, a veces un sonido hace que levantemos la mirada dos segundos para encontrarse con los mismos muros y como consecuencia vuelva a hundirse.
Y es así como me animo a escribir de nuevo; con la mirada a la sorpresa constante, para maravillarnos, de cada hecho, de cada acto, de cada escenografía que cruce por nuestros ojos. Dios es el que nos permite a los Humanos evolucionar en el espacio infinito vigilando constantemente, para entrar en los lugares apropiados a nuestro nivel de vibración. Ese es el propósito, atraer todo lo necesario y suficiente para permitirnos ese viaje de exploración.
Y como sabemos por las leyes universales que como es abajo es arriba, y como es adentro es afuera, el viaje es a la vez al interior y al exterior.
Un Caminante del Cielo es del cielo y el cielo es el espacio completo, sin ninguna medida o estructura. Es el momento preciso para explorar el camino que hasta ahora hemos recorrido y preguntarnos si ese sendero tiene corazón y nos lleva a la meta que queremos llegar. Uno de los objetivos de esta vida, será reconocer quién soy desde mi ser interno y comenzar desde ahí con esa exploración personal, a moverme por la vida buscando siempre que cada paso que doy sea el que me lleve a donde quiero ir.
Habrán momentos de total despiste, en los que iré por algún camino colateral, o quizá un atajo, pero seguro que cuando vuelva al sendero de nuevo, lo haré con más conocimiento, más sabiduría y vigilando el propósito de mi recorrido. Es también la oportunidad de abrirse a ese cielo y aprovechar todo lo que existe y lo que no existe, ya no es este el tiempo de que sólo nos sirva un único sendero, es un tiempo de senderos paralelos, infinitos, y quizás ni paralelos, sino convergentes, divergentes y todos los posibles.
Podemos utilizar cada día para elevar nuestra vibración como resultado de explorar en el interior, y en el exterior, al realizar las conexiones como un Caminante del Cielo desde las estrellas, con el Viento se nos abre el portal para crear un mundo y una vida plena.
Sal al campo abierto en estos días, descubre el cielo infinito, despégate del metro cuadrado en el que habitas, abre tu mente hasta el ilimitado horizonte y permítele que explore, permite a tus emociones navegar libres, permite a tus sueños saltar en los charcos, permite que el cielo te llene toda el alma.. además que el espacio alcanza y sobra para ello.
Libérate, recuerda que todo es posible, todo, todo es posible, nada es necesario que sea para siempre, nada es para siempre, entonces deja la puerta abierta de par en par y verás que él Caminante del Cielo te trae las más maravillosas respuestas.
Comentarios
Publicar un comentario