PORQUE TE LO MERECES; VIVE Y NO TEMAS
El amor es la más esplendorosa experiencia
plenamente
vivida. Lo único que estoy haciendo es confiar y y
hacer
exactamente lo que siento en cada momento, y todos los
mensajes que me llegan
hacerlos realidad porque confió
plenamente y estoy viviendo los resultados, cada día.
El confiar en todo plenamente me está dando
una seguridad,
una felicidad increíble. Me estoy despegando de todo,
no
tengo miedo, y a la vez me siento unido con todo.
Estoy viviendo mi grandeza, mi libertad.
Doy gracias a
todos los hermanos maestros y entidades
desde el otro lado
del velo que me ayudan a dar el gran paso.
No voy a decir
nombres, pues asignarles un nombre es limitar su
infinita
grandeza. Siéntete merecedor y descubre la relumbrante
grandeza que habita en tu interior.
Estoy en contacto con la naturaleza, oigo el trinar de
los
pájaros, el susurro del viento, la calidez del sol,
las
majestuosas montañas, el sutil perfume de las flores,
el
latir de los animales, el misterio de la vida. Soy uno
con
todo y todo es uno conmigo. Mi
felicidad es la felicidad de
la vida, y la felicidad de la vida es mi felicidad. El
vocabulario es limitado para expresar lo que solo se
puede
sentir. El silencio define mi estado, pues
en él está
todo.
Me siento humildemente sublime. Un río fulgurante de
energía recorre de abajo arriba mi espalda y se
expande a
todo el cuerpo. Mis manos sienten un cálido hormigueo
que
es percibido cuando las acerco a un hermano. Es
éxtasis,
amor, dulce y maravilloso amor. La manifestación del
Espíritu en el cuerpo ¡GRACIAS PADRE! aquí y
ahora. El
poder, la fuerza y la confianza están en mí y puedo
poder, la fuerza y la confianza están en mí y puedo
desplegarla y expandirla hacia el infinito. El
miedo se
está disipando, pues el amor ocupa lo que le
corresponde
el todo y lo ilusorio se desvanece. Las sombras se
esfuman
por la luz de mi corazón, del corazón
de toda la vida,
del amor.
Nuestros cuerpos se están preparando, purificando para
la
gran energía del Espíritu. Me siento como un niño que
recobra su precioso regalo perdido.
Siento desapego por las cosas materiales, lugares,
personas... es como si me hubiesen cambiado de lentes,
todo
lo percibo desde otro prisma.
Estoy renaciendo para vivir mi grandeza que estaba
olvidada
de tanto vivir en la ilusión y así poderla compartir
con
mis hermanos. Vive solo el aquí y el ahora y vivirás
como
el amor vive.
La Madre tierra está cambiando por nuestro trabajo y
merecimiento. ¡No tengas miedo! Nada se va a destruir,
solo transformar. Vienen muchos regalos y dones para
que
podamos experimentar el cielo en la tierra.
Vienen del
dador inconmensurable que llevamos dentro. ¡Confía! es
imprescindible la confianza y la fe en lo que vive en
nuestro interior para que aflore el cielo.
Los miedos al futuro, a la muerte física nacen de
la
ignorancia, de la desconfianza de quienes somos, de no
vivir en el aquí y ahora, instante a instante. Confía,
ten fe y vive plenamente feliz.
Vive la vida como un Dios, porque en realidad lo
eres,
siempre lo has sido y siempre lo serás. Sólo levanta
un
poco el velo y lo veras. El amor más profundo y
hermoso
esta dentro de ti. ¡Aflóralo! vivirás el cielo en esta
tierra.
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