LAS NUEVE JERARQUÍAS
La estrella cero, en la constelación sagitario es el plano perfecto de todo lo que existe, de ahí partiremos para comprender todo lo referente a estas JERARQUÍAS.
En total son doce Jerarquías, las cuatro jerarquías que
han logrado la liberación están ahora enfocadas en el plano astral cósmico. La
quinta jerarquía creadora está conectada con la décima y con la constelación de
capricornio.
Estas Jerarquías de Seres que llegan mediante el Rayo de
Luz proveniente del centro, son las simientes de todo lo que luego existe, y
sólo cuando vienen a la manifestación y evolucionan gradualmente las formas que
ocupan, se hace necesario considerar los planos. Los planos, para algunas de
estas jerarquías, son lo que las envolturas para la Mónada, los velos para la
Vida inmanente, medios de expresión y exponentes de fuerza o energía, de un
tipo especializado. Estas siete Jerarquías están veladas por los Rayos, pero
cada una se encuentra detrás del velo de cada rayo, porque en su totalidad son
las vidas que dan forma a todo esquema planetario dentro del sistema;
constituyen las vidas de todo el espacio interplanetario, las existencias que
se expresan a través de los planetoides y todas las formas de vida
independizada inferior a un planeta.
Cada una de estas siete Jerarquías de Seres,
Constructores o Agentes de Atracción, son los agentes constructores
intermediarios; todos encarnan uno de los tipos de fuerza que emana de las
siete constelaciones. Por lo tanto, su trabajo como intermediarios es dual,
siendo:
1. Los mediadores entre el Espíritu y la materia.
2. Los que trasmiten a las formas que están dentro del
sistema solar la fuerza que proviene de fuentes foráneas al sistema solar.
Cada grupo de estos Seres es de naturaleza septenaria, y
los cuarenta y nueve fuegos de Brahma son la manifestación inferior de su
naturaleza ígnea; cada grupo también puede considerárselo “caído” en sentido
cósmico, porque están implicados en el proceso de construcción o son los
ocupantes de formas de distintas densidades.
JERAR.
|
CONSTELA.
|
ATRIBUTOS
|
ANALOGIA
|
CUALIDAD
|
RAYO
|
Primera
|
Estrella Polar
Por Acuario
|
Dirección
|
Hijo de Dios
|
Estabilidad
|
1º
|
Segunda
|
Andrógino
|
Equilibrio
|
2º
|
||
Tercera
|
Desconocida
Por Géminis
|
La Trinidad
|
3º
|
||
Cuarta
|
Ritmo
|
El Padre
|
Velocidad
|
4º
|
|
Quinta
|
Betelgeuse
|
Correlación
|
Hijo-Hombre
|
Visión
|
5º
|
Sexta
|
Dragón
|
Compasión
|
Luminosidad
|
6º
|
|
Séptima
|
7º
|
1ra. Jerarquía.
(6 de 12) Emana del Corazón del Sol
espiritual central. Es el Hijo de Dios, el Primogénito en sentido cósmico, como
Cristo fue el “Hermano mayor de una vasta familia” y la “primera flor de la
planta humana”. El símbolo de esta Jerarquía es el Loto dorado con sus doce
pétalos plegados.
Ha de recordarse que esta Jerarquía es la sexta, pues ya
han desaparecido cinco que fueron producto del sistema anterior, donde el
objetivo era la Inteligencia o Manas. Las cinco jerarquías liberadas son la
suma total de manas. En el orden es la quinta Jerarquía, y se dice que está en
proceso de lograr la liberación final o recibir su cuarta Iniciación, causa de
cierto fenómeno en nuestro planeta que ha merecido ser llamado la “Estrella del
Sufrimiento”. Existe un vínculo kármico entre el reino animal y la quinta
Jerarquía creadora del sistema anterior, que se hace sentir en el hombre en la necesaria
crucifixión de la naturaleza física animal, especialmente en la línea sexual.
Debemos recordar que las jerarquías actúan bajo la Ley de Atracción, Ley de los
Constructores.
2a. Jerarquía.
(7 de 12) Está estrechamente vinculada con
la Osa Mayor. Se nos ha dicho que entró a través del segundo ventrículo del
Sagrado Corazón y es el prototipo de la Mónada. Es la fuente de la Vida
monádica, pero no la Mónada; está muy por encima de ella.
Esta jerarquía, literalmente la séptima, permite la
afluencia a nuestro sistema de esas Vidas que en el primer sistema solar
permanecieron en su propio plano, siendo demasiado puros y santos para obtener
una oportunidad en esa evolución tan material e intelectual. Aun en ésta, lo
único que podrán hacer es influenciar a las almas encarnantes, impartiéndoles
la capacidad para comprender la naturaleza de la conciencia grupal, la cualidad
de los siete Hombres celestiales, pero no serán capaces de expresarse a sí
mismos plenamente. Se obtendrá una clave de este misterio si el estudiante
considera cuidadosamente que en nuestro sistema solar y en nuestros siete
planos tenemos únicamente el cuerpo físico del Logos, y que ese cuerpo es una limitación
para la expresión de Su triple naturaleza. La primera Jerarquía trata de
expresar la vibración mental del Logos solar, y la segunda su naturaleza
emocional o astral cósmica.
La energía de esta Jerarquía (cuyos números son el dos y
el siete) produce la manifestación del divino Andrógino y los siete centros de
fuerza que constituyen las siete Energías espirituales.
3ra. Jerarquía
(8 de 12). Es particularmente interesante
Se denomina “las Tríadas”, porque contiene en sí las potencias de la triple evolución,
mental, síquica y espiritual. Esta Tríada de Vidas constituye las tres Personas
y, desde cierto punto, la flor del sistema anterior. Visto desde otro ángulo,
cuando es estudiada como la “flor de las Ocho anteriores”, constituye los
óctuples puntos que esperan la oportunidad de surgir como llamas. Son los
ángeles preparados para servir, lo cual consiste en dar a otra jerarquía
ciertas cualidades que no tiene. Esta Jerarquía es considerada como que otorga
la inmortalidad mientras ellos mismos se “mantienen fuera de encarnación”. Son
los Señores de Sacrificio y Amor, pero no pueden salir del cuerpo etérico
logoico y entrar al vehículo físico denso.
4ta. Jerarquía.
(9 de 12) En el grupo de la cuarta
Jerarquía creadora se halla el aspecto más elevado del hombre, su “Padre en el
Cielo”. Estas vidas son los puntos de fuego que deben convertirse en la llama,
realizándose por intermedio de la quinta Jerarquía y de los cuatro pabilos o
las dos jerarquías duales inferiores. De esta manera podrá observarse que en lo
concerniente al hombre, la cuarta, quinta, sexta y séptima jerarquías son,
durante el ciclo de encarnación, su mismo ser. Constituyen los “Señores de
Sacrificio” y los “Señores de Amor”, la flor de Atma-budi.
La cuarta Jerarquía creadora, la novena, ocupa en este
sistema solar lo que podría considerarse el tercer lugar:
Primero, las Vidas o las tres Personas de la Trinidad.
Segundo, los Prototipos del hombre, los siete Espíritus.
Tercero, el hombre o la manifestación inferior del
aspecto Espíritu autoconsciente.
Las Entidades de la quinta Jerarquía (10 de 12)
Son
llamadas “los Corazones del Amor Ardiente”; salvan mediante el amor; a su vez
dichas vidas están particularmente cerca del gran Corazón de Amor del Logos
solar. Estos grandes Angeles de redención, los Hijos de los Hombres en su plano
verdadero, el mental, son por lo tanto descritos siempre como que tienen forma
de loto de doce pétalos -esta simbología los vincula con “el Hijo del divino
Amor”, el sistema solar manifestado, del que se dice que es un loto cósmico de
doce pétalos; el loto causal logoico tiene igualmente doce pétalos.
6ta. y 7ma. Jerarquías.
Proporcionan las formas
sustanciales en los tres mundos, tienen un uso vital y ocupan un lugar muy
interesante. Desde el punto de vista logoico no se considera que otorguen
principios, pero, desde el punto de vista del hombre, le proporcionan sus
principios inferiores. Mantienen con el Logos la misma relación que el cuerpo
físico denso con el hombre, y todo lo que concierne a su evolución debe ser
estudiado
-especialmente aquí-
como llevándose a cabo en el vehículo físico
logoico. Se ocupan del despliegue de energía física, de la expresión en el
vehículo físico, de todos los propósitos divinos y de la organización física de
cierta gran Vida cósmica.
Las vidas negativas de una jerarquía siguen la secuencia
siguiente:
Energía negativa.
Energía equilibrada.
Energía positiva.
Las vidas positivas de una jerarquía se convierten en
vidas negativas de otra cuando pasan a ella, y esto es lo que conduce a la
general confusión de ideas con que trabaja el estudiante común. Si quiere
comprender el asunto con exactitud, tiene que estudiar cada jerarquía de triple
manera y considerarla también en su estado de transición, tal como lo negativo
se fusiona y mezcla con lo positivo, y lo positivo llega a ser el polo negativo
de una etapa vibratoria superior. Por lo tanto, hay nueve estados de conciencia
por los cuales ha de pasar cada jerarquía, y una idea de su significado y
relatividad puede obtenerse mediante la consideración de las nueve Iniciaciones
de la cuarta Jerarquía creadora.
La quinta jerarquía creadora es la mediadora entre los
cuatro gupos superiores y los que se encuentran en los tres subplanos
inferiores y así como la mente es el quinto principio, existe una analogía
entre los tres centros de la cabeza y los siete grupos de almas en la tercera
dimensión.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJDv9fzgAJohzeV1MWVe8fHWNG_eyssQURhSFD2AWnZXODQPP8zxIVy8-b0Mz5SXWybIkP5hb-nWinI3aw0wjteTxQUxK2S_G5QTyojAAG3TJQ7QhhRgwWyDLZ-j6-bQJ9Vlkox_ISQL7X/s400/252244.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario