LA MEJOR BENDICIÓN ES LA DE HOY
“No, hermanos, yo no me creo todavia calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás.” (Filipenses 3:13). Así es como inicio esta reflexión, esperando les sirva, y lo comprendan. El secreto consiste en como manejamos el hoy, no el ayer y ni el mañana. Hoy — un espacio especial de tiempo que agarra la llave que bloquea las pesadillas de ayer y destranca los sueños de mañana”. ¿Qué ha perturbado nuestras vidas? ¿Por qué vivimos ansiosos, angustiados, sin paz y sin alegría, sin la vida abundante que Dios nos prometió? ¿Por qué nuestros labios se lamentan más qué alaban? ¿Por qué, en el jardín de nuestro día a día, cultivamos más dudas qué esperanzas? ¿Por qué nuestro semblante no tiene el brillo qué caracteriza una persona feliz?. Es probable que el motivo principal sea el hecho de que aún estemos inquietos con los desalientos y chascos del pasado, con las frustraciones de los pasos...