HAY DOS CAMINOS, ¿POR CUAL VAS?
Con el fin de mantener una dirección constante en nuestro desarrollo espiritual, es importante recordar claramente que sólo hay dos caminos: Uno es el de la luz y otro el de la oscuridad, y que nos encontramos en alguno de los dos; no hay término medio. Además, es importante tener claro lo que cada camino contiene y la conexión que existe entre nuestras acciones y estos caminos.
El camino de la oscuridad contiene dentro de él toda la negatividad, tristeza, dolor y finalmente la muerte. El camino de la luz contiene todo lo que es bueno; la alegría, la libertad y la vida. Los kabbalistas aclaran también los dos grupos de acciones que nos conectan a cada uno; las acciones que provienen de nuestro deseo de recibir para uno mismo, nos conectan sólo al camino de la oscuridad; las acciones que provienen de nuestro deseo de compartir, nos conectan a la senda de la luz.
Esto quiere decir que, cada vez que realizamos una acción que se basa en nuestro deseo de recibir, nos conectamos a la senda de la oscuridad, atrayendo hacia nosotros la negatividad, la tristeza, el dolor y finalmente la muerte; este es un entendimiento temido e importante. El antiguo Zóhar explica que la muerte generalmente ocurre, cuando una masa de oscuridad crítica se ha formado a través de acciones basadas en el deseo de recibir; en cambio, cuando realizamos acciones positivas, quitamos un grado de oscuridad y obtenemos alegría, libertad y vida.
No puedo exagerar en la importancia de esta lección. Es bastante sencilla de entender y muchas personas podrían sentir que conocen esta información; pero, sé con certeza, que hay pocas personas que viven realmente con esta conciencia todo el tiempo. Esta es una lección que, cuando es comprendida y recordada, puede cambiar el curso de nuestras acciones y de nuestra vida.
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